Las caras en la estación Mitre no eran las típicas caras de los pasajeros que acaban de bajar del tren. Con 26 horas de viaje encima -con viento y suerte a favor-, la travesía ferroviaria Retiro - Tucumán suele doblegar hasta a los más entusiastas, y lo que para algunos comienza como una novedad o un viaje a la nostalgia, se termina convirtiendo en una valija difícil de cargar. Pero esta vez no. Las caras eran de alegría y de entusiasmo. Eran rostros de estreno.
Quién como él. Mariano Luna tiene 25 años y es la primera vez que se sube a un tren. Y lo hizo por la puerta más grande: fue uno de los 529 pasajeros que inauguraron el nuevo convoy cero kilómetro que a partir de ayer une la capital Argentina con Tucumán. El tiempo de viaje es el mismo que con los coches antiguos, pero la experiencia a bordo es otra: “no dan ganas de bajarse”, se escuchaba en la estación.
“Es como viajar en micro, pero mucho más amplio. Yo no puedo comparar porque es mi primer viaje en tren, pero la gente que iba al lado mío, en las paradas llamaba por teléfono a sus familiares y decían ‘esto es un lujo, esto es un lujo’”, cuenta el viajero. Llegó a Tucumán con una mochila, una pava para el mate y una guitarra que lo acompañarán hasta el caribe mexicano.
Quien sí puede dar testimonio de la diferencia entre las viejas formaciones y esta made in China es Marga. “Así, a secas”, dice la mujer. A sus 62 años viaja al menos dos veces al mes a Buenos Aires a comprar ropa para venderla acá. Lo cuenta sin dar muchos detalles, solamente señala los dos gigantescos bolsos que acarrea. “Es una diferencia abismal. El confort es increíble, la atención (que siempre fue excelente), el aire acondicionado... realmente da gusto. Yo no cambio por nada el tren y ahora mucho menos”. Marga elige el ferrocarril porque el precio de los pasajes le permite que su negocio sea más redituable: $70, $130 y $400 contra $1.200 a $1.600 que cuesta el ómnibus. “Además los viejitos como yo necesitamos pararnos y caminar de tanto en tanto para que circule la sangre”, dice. Ella viajó en todas las categorías de pasaje; y asegura que nunca fue tan confortable como este último. “Quizás es un poquito más estrecho, pero no hay comparación”.
0 km
El nuevo tren partió el lunes a las 8.47 desde la estación Retiro, tras un viaje de prueba realizado el jueves pasado. Llegó a la estación Mitre de nuestra provincia ayer a las 11.45, con media hora de atraso que no se debió a ningún contratiempo técnico, sino a demoras en la carga y descarga de pasajeros, según contaron los maquinistas.
El servicio cuenta con el material rodante 0 km de origen chino (de la empresa CNR Corporation), similar al que ya contaba el tren Retiro-Córdoba y el tren Retiro-Rosario Sur, manteniendo su frecuencia de dos viajes semanales (uno de ida y otro de vuelta) y las tarifas. Los nuevos coches reemplazan las viejas formaciones Materfer de los años 70. El nuevo tren que hace el trayecto Retiro-Tucumán puede trasladar hasta 529 pasajeros distribuidos en un coche dormitorio (camarotes para dos personas), tres coches pullman aptos para personas con movilidad reducida, un coche comedor y cinco coches de primera. Desaparece la antigua clase turista, la más económica. Todos los vagones cuentan con aire acondicionado y el sector pullman, además, tiene pantallas de TV.
“Con la incorporación de estos nuevos trenes, el servicio mejorará sustancialmente; y en simultáneo con el avance de las obras de vías que se están realizando en 17 provincias, el servicio continuará mejorando de manera progresiva en sus tiempos de viaje y confort”, dijo Florencio Randazzo, el saliente ministro de Interior y Transporte de la Nación cuando el nuevo tren partió de Buenos Aires.
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